Da igual que hayas hecho dos, tres, cuatro Caminos de Santiago. Siempre pasa lo mismo. La noche previa a la partida no duermes, o lo haces muy mal. A pesar de haber revisado muchas veces todo el equipaje, documentación, ajustes de la bicicleta, etc, la sensación de que algo se te ha podido olvidar te ronda durante la noche.
Pero además, no puedes evitar pensar en la gran cantidad de kilómetros que vas a recorrer y aparecen las dudas. Si tu cuerpo lo va a aguantar, si vamos a tener buen o mal tiempo, si tendremos problemas con las bicicletas, los albergues, la distribución de las etapas, los traslados en autobús, etc.....
Madrugada del sábado. Cierro la puerta de casa y aparco temporalmente mi vida, mis rutinas, a mi familia, amigos, etc. Me convierto en un peregrino con las alforjas cargadas de ilusiones y con un reto por delante, llegar hasta el mar.
El andén de la estación de Cercanías está vacío. Una impoluta bicicleta espera el tren que me llevará hasta la Estación de Autobuses, donde estará esperando Óscar.
Mientras esperamos el autobús vamos preparando las bicicletas. Para poderlas transportar en las bodegas de los autobuses debemos de desmontar las alforjas y las ruedas delanteras; y, en la mayoría de los autobuses, tenemos que taparlas con fundas. No nos pilla de sorpresa. Las bicicletas en la bodega y nosotros despidiéndonos de Madrid camino de la ciudad donde iniciaremos la primera etapa del Camino de Santiago, Mérida.
Tras un tranquilo viaje llegamos a la estación de autobuses de Mérida. Volvemos a montar las alforjas y nos dirigimos al Albergue Municipal para alojarnos y guardar las bicicleta. Un cómodo paseo por un parque lineal junto al río nos sitúa sobre el principio de puente romano considerado el más largo de la antigüedad con una longitud de 790 metros y compuesto por 60 arcos.
 |
| Puente Romano |
De camino al Albergue vamos viendo parte del patrimonio de esta bonita ciudad que, aunque ya la conocía, no deja de sorprenderme. Al otro lado del puente podemos contemplar la entrada a la Alcazaba y el monumento que la ciudad de Roma entregó a la ciudad de Mérida en 1997.
 |
| Alcazaba |
Como vamos a tener toda la tarde libre, decidimos no perder mucho tiempo y nos dirigimos hacia el albergue que se encuentra situado dentro del trazado del Camino, junto al río Guadiana, y que antiguamente era un Molino de Agua. Su actual nombre es Molino de Pancaliente.
 |
| Albergue Municipal "Molino de Pancaliente" |
Con las bicicletas guardadas y las camas preparadas para esta noche dejamos el albergue y vamos a comer y, posteriormente, recorrer la ciudad y disfrutar de parte de su patrimonio.
 |
| Puente Lusitania |
 |
| Templo de Diana |
 |
| Circo romano |
 |
| Termas Romanas y la Palestra |
 |
| Pórtico del Foro Municipal de Augusta Emérita |
 |
| Arco de Trajano |
Al Anfiteatro y al Teatro Romano no pasamos por falta de tiempo. No obstante, ya los conocía y merece la pena visitarlo, pero el día se acaba. Una buena cena en la Plaza de España y de vuelta al Albergue para intentar dormir. Nuestra "Etapa 0" está acabando y va siendo hora de dar paso a la primera etapa de nuestro Camino. ¿Dormiremos?. Lo dudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario